Nation of Language: conciertos y biografía

Nation of Language empezó en Brooklyn en 2016, con la visión sonora del compositor Ian Richard Devaney. Junto a él, su pareja Aidan Noell aporta sintetizadores y coros, y desde 2022 Alex MacKay ocupa el bajo. Michael Sue‑Poi fue miembro original hasta 2022.

Su primer disco, Introduction, Presence (2020), autoeditado, construyó una identidad profunda basada en synth‑pop nostálgico y elegancia post‑punk. Canciones como “On Division St”, “September Again” o “Tournament” marcaron el inicio de una conexión emocional con la audiencia.

En 2021 presentaron A Way Forward, un trabajo más ambicioso que fusionó influencias de Kraftwerk, krautrock y new wave. Temas como “Across That Fine Line”, “The Grey Commute” o “Wounds of Love” fueron continuada muestra de su capacidad para equilibrar melodía y textura electrónica.

Strange Disciple (septiembre de 2023) los catapultó al centro de la crítica: elegido Álbum del Año por Rough Trade, este disco explora el amor y la obsesión con singles como “Sole Obsession”, “Weak in Your Light”, “Stumbling Still”, “Too Much, Enough” y “Sightseer”. En este trabajo Alex MacKay ya es integrante, aportando en el sonido y en la narrativa de la banda.

Entre las canciones más conocidas destacan “Across That Fine Line”, “Weak in Your Light”, “Sole Obsession”, “On Division St”, “The Grey Commute”, “Wounds of Love” y “Inept Apollo”, este último ya anticipando su siguiente etapa en 2025.

Para 2025 avanzan hacia una nueva era con Dance Called Memory, su cuarto disco. Aunque no quiero mencionar la frase prohibida, el primer sencillo confirmado “Inept Apollo” y temas como “Under the Water” e “I’m Not Ready for the Change” anticipan sonidos más amplios y paisajes emocionales intensos, con producción que captura tanto lo íntimo como lo evocador.

La banda se define como un trío creativo potente: Ian Devaney, Aidan Noell y Alex MacKay forman un equipo musical que traza una línea firme entre la sofisticación pop, la sensibilidad post‑punk y la nostalgia moderna. Ese enfoque ha sostenido su identidad desde sus inicios en Brooklyn hasta su reconocimiento internacional.

Nation of Language ha logrado dar vida al synth‑pop contemporáneo sin renunciar a la emotividad ni al pulso irónico. Con una evolución cuidada desde demos personales hasta giras mundiales y una discografía coherente, su impacto en la música de este siglo XXI es palpable y prometedor.