Fito y Fitipaldis: concertos e biografia

Fito y Fitipaldis es uno de esos nombres que automáticamente te transportan a las melodías más queridas del rock en español. La banda nació en 1998 de la mano de Adolfo “Fito” Cabrales, quien tras su paso por Platero y Tú, decidió abrirse a nuevos sonidos y matices más personales. Desde entonces, el grupo ha sabido conectar con generaciones muy distintas gracias a letras directas, guitarras brillantes y esa voz rasgada que ya es inconfundible.

Uno de los grandes momentos de su trayectoria fue el lanzamiento de “A puerta cerrada” (1998), su primer disco, que incluía canciones como “Rojitas las orejas”, una joya que marcaba el camino hacia lo que sería el estilo tan particular de Fito. La verdadera explosión de popularidad llegó con “Lo más lejos a tu lado” (2003), donde encontramos temazos como “La casa por el tejado” y “Soldadito marinero”, una de esas canciones que ya forman parte de la memoria colectiva en España y Latinoamérica.

La banda ha mantenido una alineación que ha ido evolucionando con el tiempo. Además de Fito como líder, han pasado músicos como Carlos Raya (guitarra), Javier Alzola (saxofón), Dani Griffin (batería) y José Alberto Bátiz (guitarra, en las primeras formaciones). Cada uno ha aportado su granito de arena para construir ese sonido que mezcla rock urbano, blues, soul y pequeños guiños a la música popular.

El disco “Por la boca vive el pez” (2006) consolidó aún más su estatus, impulsado por canciones como “Por la boca vive el pez” y “Me equivocaría otra vez”. A partir de ahí, Fito y Fitipaldis han llenado pabellones y estadios, manteniendo un vínculo especial con su público, ese que canta a pleno pulmón cada verso como si fuera propio.

Más adelante, trabajos como “Antes de que cuente diez” (2009) y “Huyendo conmigo de mí” (2014) mostraron que Fito no tiene prisa, que prefiere cocinar sus discos a fuego lento, cuidando cada detalle. “Entre la espada y la pared” y “Garabatos” son otras muestras de su sensibilidad para contar historias cotidianas que a todos nos tocan de una forma u otra.

Fito y Fitipaldis sigue siendo hoy sinónimo de autenticidad, de canciones que suenan en el coche, en fiestas, en noches de insomnio o en reuniones de amigos. Su música no entiende de modas, y eso, en un mundo que cambia a la velocidad de la luz, es uno de los mayores triunfos que un artista puede lograr. Seguirán sonando, seguirán emocionando, porque hay voces y guitarras que no pasan nunca de moda.